domingo, 14 de abril de 2013

Septiembre

Corrí. Sentí que corría a buscarte.
Siempre esperé a que llegases con un ramo de flores, pero debía recordar que no te gustan ese tipo de detalles. Tal vez erré al pensar que me gustaban nuestras diferencias, o tal vez simplemente tenía que aprender a vivir con tu poco interés en ese tipo de gestos que probablemente consideres "cursi".
Siempre esperé a que me supliques, a verte como loco intentando mi regreso, pero no, nunca sucedió.
Recuerdo un día en el que te dije:
-Eres lo mejor de mi vida.
Y dulcemente respondiste:
-Eres... mi vida.
Después de aquello, no volví a anhelar más.
La verdad no sé qué intento decir, creo que sólo escribo de ti porque te extraño, porque eres la persona a quien más necesito. A veces creo que hay cosas que debería guardarme sólo para mí, pero siempre hay algo que me pide que lo grite. Hay ocasiones en las que pretendo escribir  algo que guardo en mi imaginación, tal como pretendía hacerlo ahora, pero todo siempre termina en lo mismo, en ti. Me has vuelto loca, es que de eso se trata, ¿o no?. Sólo me queda decirte... que aquí, siempre te espero.